“El once contra once es el cáncer del fútbol base”

ESTE PRESTIGIOSO ASESOR PARA LA FORMACIÓN DE TÉCNICOS DE FÚTBOL, QUE HA TRABAJADO EN MÁS DE 53 PAISES , CRITICA LOS ACTUALES MÉTODOS DE ENSEÑANZA.

¿Qué pretende con nueva publicación‘Mi diario de fútbol’?

El problema del fútbol base en todo el mundo es que los técnicos conocen bastante bien el fútbol pero no conocen a sus niños que consideran a los niños como adultos. ‘Mi diario de fútbol’ les ayudará a enfocar su enseñanza desde el punto de vista de un niño de 10 años.

Usted también escribió ‘tbol a la medida del niño’. ¿Qué novedades aporta ahora?

Con el diario sólo pretendo convencer a los formadores a adaptar el juego de fútbol y su entrenamiento a la medida del niño desde otro punto de vista, desde el del niño.

¿Cómo se le ocurrió algo tan original?

Es una idea de un amigo uruguayo (Jorge Norvay) cuyo “Mi diario de hockey’ fue premiado por el Comité Olímpico Uruguayo.

El niño protagonista se llama Nicky. ¿Cree que hay muchos Nickys?

Nicky es el prototipo de niño que espera mucho de las sesiones de entrenamiento pero que se queda desilusionado porque recibe el trato de personas que han sido formadas como entrenadores de fútbol que van a enfocar la victoria y no por formadores. Después de no haber encontrado con los adultos han decidido a enseñar a niños.

Y eso es un problema, ¿no?

Eso no ocurre en la enseñanza publica porque hay especialistas para parvularios, educación elemental, secundaria y universidades.

Usted dice que a un niño se le trata como a un adulto. Póngame un ejemplo.

Compite prematuramente en el 11 contra 11 en un campo demasiado grande y con un balón demasiado pesado y en todos lados se le obliga a jugar como a un adulto. En matemáticas recibe clases de sumar y restar, antes de aprender a multiplicar y dividir y después de pocas pruebas lo acierta todo. Pero en el fútbol de 11 contra 11 no acierta casi nunca. No hay ningún niño que cometa más acciones positivas que negativas.

¿Por qué no se educa a los entrenadores para enseñar a niños?

La culpa es de nuestro sistema porque no existe una especialización. Sería aconsejable adaptar el fútbol y su enseñanza a la capacidad física e intelectual del niño. En cualquier club de España los niños de 8 años hacen casi los mismos ejercicios que los de 10, 12 o 14.

¿Ese es el error más común?

Es lo más fácil. Nosotros transferimos algo del fútbol profesional al fútbol de los niños. Los niños ya lo hacen pero no se identifican con el método del técnico porque son niños y tienen otros deseos y expectativas que los adultos.

Entonces, ¿no se les enseña bien?

No se les enseña a pensar y a entender lo que están jugando. ¿Quién está estimulando el pensamiento del joven? El técnico quiere demostrar lo mucho que sabe y sólo se dedica a instruir. En el fútbol alemán no tenemos gente creativa porque en los últimos 20 años sólo se han dedicado a adiestrar a los jóvenes sin considerar que el fútbol empieza con la cabeza y termina con los pies. .

Usted ha viajado mucho. ¿En qué país cree que se trabaja mejor con los jóvenes?

Prácticamente en ninguno. Pero el fútbol, en los próximos diez años, habrá un vuelco impresionante. Va a mejorar mucho.

¿Por qué?

Cambiará el estilo de la enseñanza para que el protagonista sea el niño, no el técnico. Todavía se enseña como hace 100 años. El técnico domina casi todo y los niños deben obedecer. Se dice que el obstáculo más grande para el progreso en el fútbol es la fuerza de la costumbre. Es muy fácil continuar con lo de siempre sin dudar sobre lo que hacemos. Invito al formador a través de “Mi Diario de Fútbol” a dudar y llegar a la conclusión que el 11 contra 11 es el cáncer del fútbol.

¿Cómo dice?

Cada sábado, cuando voy en Cataluña a los campos de fútbol veo a todos los niños jugando 11 contra 11. En un saque de esquina, muchos niños acuden al punto de penalti para copiar lo que ven por la tele. Pero nadie tocara el balón que en más de 100 años no ha llegado ni una solo vez cerca al punto de penalti por falta de fuerza explosiva del niño en el saque de equina.

¿Y qué alternativa propone al 11 contra 11?

En el 11 contra 11 durante 90 minutos nadie toca el balón más de 90 segundos. Así un niño que participa en las competiciones oficiales pierde toda la mañana para tocar el balón sólo pocos segundos. Con este sistema no llegamos a ninguna parte. Sería mucho mejor que los más jóvenes jugarían tres contra tres a cuatro porterías para estimular su capacidad de percepción, su toma de decisiones y también su creatividad. Serán protagonista del juego y marcan varios goles. En vez de orientar, como ocurrió tradicionalmente, nuestra enseñanza principalmente en la ejecución de gestos técnicos, se estimula gracias a las 4 porterías capacidades imprescindibles para jugar bien al fútbol: la percepción, la toma de decisiones  y finalmente la ejecución. Gracias al Mini Fútbol se inicia el juego de fútbol en la cabeza y no con los pies ! ¡ Jugar sin pensar es como tirar a portería sin apuntar!

Usted ha trabajado como profesor o conferenciante en 52 países. ¿Dónde han cuajado mejor sus métodos?

La Federación Danesa ha decidido cambiar radicalmente el desarrollo del fútbol desde la base, así como la Federación de Australia y Nueva Zelanda. En Uruguay tuve durante un fin de semana a 868 técnicos en un curso y en Colombia formé ya  más de 2.000 formadores. En Suramérica la gente tiene mucha ‘hambre’ de fútbol, pero en España…

¿Qué ocurre?

Aquí hay muy poco movimiento por parte de las Federaciones. En Italia se publicó hace 15 años ‘Fútbol a la medida del niño’ en italiano. Ángel María Villar lo vio en la Escuela Nacional de Entrenadores y se preguntó por qué no se había publicado en España. Esto ha sido hace 10 años y hace dos años se hizo una nueva edición en Madrid en dos volúmenes.

¿Qué diferencia hay entre un entrenador y un formador?

El entrenador debe conseguir resultados y el formador, con un método integral, forma al niño como persona para capacitarle y, más tarde, ofrecerlo a un entrenador profesional para que aproveche sus habilidades.

Se confunden habitualmente, ¿no?

Sí, pero normalmente no hay formadores. ¿Qué es más importante: formar o ganar? Todo el mundo va a ganar, pero no conviene en edades tempranas. Tener una copa más en nuestra escuela del club significa muchas veces perder a un jugador importante para el primer equipo.

¿Por qué?

Si vas a ganar debes jugar una especie de  “antifútbol”, más contra que con el balón.. Para ganar los técnicos condenan a sus niños a jugar siempre en la misma demarcación en vez de dejarlos rotar en las posiciones para poder ganar valiosas experiencias, lo que es fundamental.

Entrevista a Horst Wein en“Don Balón”nº. 1626, Deciembre 2006

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